El Lobo y el perro
En un monte muy lejano un pobre Lobo, iba arrastrando su pobre cuerpo en busca de algo con lo que poder alimentarse. Al llegar a un claro, se encontró con un precioso y orondo Perro, al que se acercó rápidamente para conocer su secreto.-Oye perro-dijo el Lobo- ¿Cómo has conseguido esa saludable apariencia?
-Trabajando muy duro para mi dueño.
-Vaya ¿y no tendrá tu amo un hueco en su casa para mí?
-No creo que tenga nada para ti, pero sí que conozco un lugar en el que necesitan a alguien de tus características. Acompáñame de vuelta a casa y con gusto te llevaré a tu nuevo hogar, en el que no habrá de faltarte bocado si cumples con tu cometido.
-Suena muy bien Perro. ¿Cuál será mi trabajo?
-Depende de lo que tu dueño necesite, ya que en cada época del año suelen asignarte una nueva labor, pero fundamentalmente tendrás que defender la propiedad y evitar que entren en casa gentes extrañas.
-Creo que podré hacerlo a la perfección.
Contento con la certeza de poder volver a llenar su estómago de comida, marchó feliz junto al perro de vuelta a casa. Mientras continuaban su alegre conversación, el Lobo se dio cuenta de un extraño elemento.
-Amigo Perro, te he estado observando y he visto que llevas algo en el cuello ¿podrías decirme que es?
- ¿Esto?- dijo señalando su cuello- Tan solo es el collar con el que mi dueño me agarra a la cadena.
-¿Una cadena? –preguntó el Lobo muy sorprendido- Acaso pretendes decir que no tienes libertad para moverte a donde gustes.
- Hay algunas veces que sí y otras que no. ¿Por qué te interesa tanto saberlo?
-Pues yo soy un animal que goza de la libertad y si para poder comer todos los días, he de renunciar a ella, prefiero morir de hambre antes de verme preso.
Y tras decir esto, sacó las pocas fuerzas que le quedaban para volver a huir al bosque.

Hans El Tonto
Hace muchos, muchísimos años, en un reino muy lejano vivía un viejo rey en compañía de su bella hija y heredera. Un buen día, de forma totalmente inesperada, la princesa tuvo a un precioso niño, a cuyo padre nadie conocía.Tras mucho cavilar, el rey consiguió encontrar una solución para hacer aparecer al culpable. Su plan consistía, en hacer que todos los caballeros de la ciudad se concentraran en la iglesia, para rendir homenaje a la madre y al hijo, el cual llevaría en la mano un pequeño trozo de limón que solo daría a su verdadero padre.
Tan ocupados estaban los criados, que no se dieron cuenta que el feo y jorobado Hans, se metía en el edificio, para ver la ceremonia. Caballero, tras caballero pasaba y ningún hacía reaccionar al pequeño. Justo cuando todo estaba a punto de terminar, el pequeño le entregó el limón a Hans.
Enfurecido el rey ante esta horrenda visión, mandó que los tres fueran metidos en un barril que fuera expulsado al mar. Tras horas de travesía, la princesa dijo:
-Maldito seas Hans el tonto. ¿Por qué te acercaste al niño si no era tuyo?
- Te equivocas-dijo Hans-ese niño es tan mío como tuyo, puesto que yo desee que lo tuvieras y mis deseos suelen cumplirse siempre.
- ¿Por qué no deseas ahora tener algo para comer?
-No hay problema, enseguida tendrás una gran fuente de puré de patatas para saciar tu hambre.
No es que fuera el plato más refinado del mundo, pero como tenía mucha hambre, se comió su ración sin rechistar.
-Ya estoy harto de este barril. ¡Quiero un gran barco con todas las comodidades! Acto seguido, aparecieron en un precioso barco que los condujo a tierra firme.
Cuando tocaron tierra, Hans exclamó:
-Ahora un hermoso palacio para vivir.
Y en un abrir y cerrar de ojos, apareció un maravilloso palacio con todos sus lujos y cientos de criados para servirles. Con todo dispuesto para su nueva vida, Hans volvió a decir en voz alta:
-Deseo ser un hermoso y joven príncipe, capaz de enamorar a la princesa y hacer que se case conmigo.
Años después, durante una terrible tormenta, el padre de la princesa pidió asilo en su palacio. Allí permaneció toda la noche, en la que disfruto de una cena con sus anfitriones, a los que no reconoció. Antes de marcharse, la princesa hizo que le introdujeran una valiosa copa en su equipaje, para poder arrestarlo al día siguiente por ladrón.
-Oh princesa, os juro por lo más sagrado que yo no robe esa copa
-Yo os la metí en vuestro equipaje, para haceros entender que no hay que culpar a nadie, antes de conocer todas las pruebas, tal y como hicisteis hace muchos años conmigo.
Al escuchar estas palabras, reconoció a su querida hija perdida y tras pedirle perdón por su gran error, vivieron felices para siempre. Y cuando el viejo rey murió, aquel al que todos llamaban tonto, fue rey.
La princesa y el guisante
Había una vez un joven príncipe en edad casadera, que decidió iniciar un viaje para encontrar una princesa con la que casarse y dar herederos a su reino. Así fue como se embarcó en un largo periplo, que le llevó a recorrer todo el mundo conocido, en busca de esa princesa verdadera con la que contraer matrimonio. En tan extenso territorio, muchas fueron las candidatas que encontró en su camino, pero ninguna tenía lo que el príncipe estaba buscando.
Una oscura noche, en la que el cielo parecía estar a punto de derrumbarse y la lluvia golpeaba incesantemente los muros del palacio, alguien llamaba a la puerta de forma desesperada en busca de refugio.
Cuando los sirvientes abrieron la puerta, descubrieron que se trataba de una empapada y sucia mujer, que afirmaba ser una auténtica princesa, a pesar del lamentable aspecto que presentaba.
Para comprobar si era cierto lo que decía, la reina se dispuso a realizar una pequeña prueba, que consistía en meter un insignificante guisante, sin que su huésped lo supiera, entre capas y capas de colchones y edredones.
Cuando llegó el nuevo día y todos se habían levantado, la reina se interesó por cómo había pasado la noche su invitada.
-He pasado una noche terrible señora. No sé qué tendría esa cama, pero era algo de tal dureza, que me ha dejado el cuerpo en un estado tan maltrecho, como si hubiese dormido encima de unas piedras.
Al escuchar sus palabras, se dieron cuenta de que sus palabras eran ciertas y que esa delicadeza, tan solo la poseen las princesas de verdad.
Y así fue como el príncipe encontró a la mujer para casarse y como un pequeño guisante, termino mostrándose junto a las más altas joyas de la corona.
La cigarra y la hormiga
Cansada de ver a la hormiga trabajar, la cigarra le dijo:
-Querida hormiguita ¿Por qué trabajas sin descansar un momento? Siéntate conmigo un rato y disfruta del verano.
-Cigarra imprudente, más te valdría dejar tu pereza a un lado y empezar a acumular comida para el largo invierno que se avecina.
Una advertencia, que la cigarra se tomó a broma y a la que no hizo el menor caso.
Cuando el invierno, hizo acto de presencia, la cigarra se encontró con que nada había previsto para calentarse, ni alimentarse durante esta gélida estación. Muerta de hambre y de frío, recordó a aquella pequeña hormiguita, que siempre pasaba por su casa, cargada de comida, a la que decidió pedir ayuda, para aliviar su penosa situación.
-Pequeña hormiguita, tu que tanta comida tienes guardada desde el verano ¿podrías darme algo para que mi estómago deje de rugir?
-Me gustaría ayudarte cigarra, pero ¿no te reías de mí, mientras trabajaba en el verano? ¿Qué te impedía imitarme?
- Cantar y disfrutar del verano.
-Pues en lugar de hacer tanto el vago, mejor te hubiera valido dedicar un poco de tu tiempo a guardar para el invierno.
Tras decir estas palabras, cerró la puerta de un portazo, dejando a la cigarra, lamentándose por su mala conducta.
La nuez de oro
Un día, mientras la pequeña María daba un agradable paseo por el bosque, descubrió una preciosa nuez de oro, a un lado del camino.Justo cuando se disponía a guardarla en su bolsillo, alguien dijo a su espalda:
-Siento comunicarte, que esa nuez que portas en tu mano es mía.
Al escuchar estas palabras, María se dio la vuelta para conocer,al que
decía ser el dueño de la nuez. Cuando lo hizo, se topó con un personaje bastante extraño, de un tamaño bastante más pequeño que el suyo, que iba vestido con unos llamativos ropajes de color rojo y un gorro con forma apuntada.
-Siento haberte asustado pequeña humana. Soy el Duendecillo de la Floresta y en cuanto me devuelvas lo que me pertenece, dejaré de molestarte.
-Si es tuya, segura que sabrás cuantos son los pliegues de su corteza. Solo te la devolveré si aciertas el número exacto, si fallas aunque sea por uno solo, me la quedaré para mí y la usaré para comprarles ropas a los niños pobres del pueblo.
-No hay problema, la nuez tiene mil ciento un pliegues.
Cuando la niña vio que estaba en lo cierto, le devolvió con mucha pena la nuez.
-Puedes quedártela- dijo el duendecillo
-ya que tus propósitos con ella son nobles. De ahora en adelante, pídele a la nuez lo que desees y ella te lo concederá.
Sin saber cómo, la pequeña nuez de oro, se encargaba de darles ropas y comida a todo el que lo necesitaba. Desde entonces, la niña fue conocida en todos los contornos como María la Nuez de Oro.
La zorra y el leñador
Hace mucho tiempo, una pobre zorra huía despavorida de un grupo de cazadores, que pretendían darle caza. En su frenética carrera, se encontró con uno de los leñadores que había por la zona, al que le pidió que la escondiera en su cabaña mientras pasaba el peligro.Cuando los cazadores llegaron hasta el lugar en el que se encontraba el leñador, le preguntaron si conocía la dirección que había tomado el animal. Este, les contesto que no sabía por dónde había podido irse, a la vez que con una de sus manos les hacía sutiles gestos, con los que les indicaba que su deseada presa, se encontraba en la cabaña.
Afortunadamente para la zorra, los cazadores no se dieron cuenta de lo que les quería indicar el pérfido leñador y continuaron su camino, olvidándose de ella.
Al ver como sus perseguidores se marchaban del lugar, la zorra se deslizó fuera de la caballa, para marcharse a su casa. Cuando ya llevaba un trecho andado, el malvado leñador le gritó desde la cabaña, que le había salvado de una muerte segura y no se lo había agradecido.
Dándose la vuelta la zorra, le dijo:
Te estaría agradecida, si no hubieras dicho una cosa con la boca y otra con tus manos.
Moraleja: no se debe negar con nuestros actos, lo que expresamos con las palabras.
ACTIVIDAD 1.
ResponderEliminarNombre del cuento.
Personajes del cuento.
Que enseñanza te dejó el cuento.
Buena noche Profesora. Esta actividad aplica para todos los cuentos o se escoge uno en especial. Gracias
EliminarBuenos días escoge uno que te guste.
EliminarCon mucho gusto.
ACTIVIDAD 2.
ResponderEliminar1. Lee la fábula La Cigarra y La Hormiga.
2. ¿Qué moraleja ter deja esta fábula?
3. ¿Cómo la puedes aplicar en tu vida de estudiante.?
La lectura tiene muchos beneficios y hay muchas razones por las que debemos desarrollar el hábito de la lectura. Además de ayudarte a adquirir conocimientos, leer mantiene tu cerebro activo, te ayuda a desarrollar habilidades analíticas mas sólidas, así como mejorar tu capacidad de concentración.
ResponderEliminarPARA RECORDAR CONTENIDOS YA VISTOS EN CLASE.
ResponderEliminarSEGUNDO Y TERCERO.
TEMA: EL CUENTO
Es un contexto literario en el que se narra una historia breve.
El cuento mezcla elementos fantásticos y reales.
Mantiene una secuencia que comprende:
*Una presentación de la situación y de los personajes (EL INICIO).
*Un desarrollo de esa situación, el conflicto o las dificultades que pasan los personajes (EL DESARROLLO O NUDO).
*El desenlace de la situación o solución del conflicto de los problemas (EL FINAL).
NOTA: Todos los días van a ingresar al blog y van a dedicar un tiempo a la lectura y poco a poco van desarrollando las actividades propuestas.
ResponderEliminarBuenas noches .
ResponderEliminarEstá tarea es solo para segundo y tercero o también es para el grado 1° 2
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarBuenas noches,para el grado de segundo y tercero, próximamente ingreso actividades para el grado de primero.
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